El próximo viernes 25 de noviembre llega el tan esperado por muchos, Black Friday. Para quienes no conocéis todavía, pocos, este afamado concepto, lo explicamos a continuación. El Black Friday, o viernes negro en castellano, tiene su origen en Filadelfia, Estados Unidos. Se celebra cada año el último viernes de noviembre, tras el día de Acción de Gracias. Tomo esta fecha dado que su origen se remonta a los años 60, momento en el que el término se popularizó para referirse al amplio número de coches y personas que había en las calles el día posterior a Acción de Gracias.
En un primer momento, esta terminología era únicamente utilizada por los oficiales de policía que se encargaban de la regulación del tráfico. Sin embargo, a partir de 1975 este concepto se expandió por todo Estados Unidos. Incluso con el tiempo se creó un nuevo significado del mismo. Se decía que ‘Black Friday’, hacía referencia a como gracias a la compra masiva de ese día, los comerciantes lograban pasar de números rojos a negros, es decir, a saldos positivos en sus cuentas.
El Black Friday no llega a España hasta 2012. Desde que aterrizó en nuestro país es un fenómeno que no deja de crecer y que mantiene a la población expectante ante las gangas que ofrecen los establecimientos este día. Sin embargo, no todo es tan bonito como parece. El Black Friday deja tras de sí un gran desorden logístico y una terrible ola de impactos medioambientales derivados del tremendo aumento de servicios de transporte y materias primas de este día. Por ello, las empresas tienen aquí un gran reto: mantener sus servicios operativos pero gestionarlos de forma ética y adecuada.
El reto logístico
El Black Friday es un día único en el que los consumidores ven la oportunidad de hacer realidad sus deseos a precios por debajo de lo habitual. Esto provoca oleadas de compras desmesuradas concentradas en un mismo día, especialmente procedentes del canal online. La consecuencia inmediata de todo esto, es un aumento de la tensión de la cadena de entregas en la logística. Por un lado, porque los proveedores tendrán que ser capaces de generar una cantidad acorde con la demanda. Y por otro lado, porque las tiendas tanto físicas como online deberán prever esta demanda de forma adecuada.
Además, las empresas de transporte y logística tendrán que adaptarse a la nueva tendencia que se viene avisando. Ya no hablaremos únicamente del Black Friday y su hermano el Cyber Monday, sino que ya se habla del Cyber Month. Un mes completo de ofertas y descuentos que como es de esperar traerá grandes efectos en la logística y el transporte. De forma positiva afectará en la distribución de todos estos pedidos, en lugar de concentrarse en un único día, las compras se llevarán a cabo a lo largo de todo un mes. Esto facilitará la labor logística y de transporte de mercancías. Lo que también se convertirá en una realidad, es el aumento de la necesidad de personal e infraestructuras para dar respuesta a toda esta demanda.
Este fenómeno afecta de forma directa en la disponibilidad de productos y en los márgenes de ventas de los mismos. De forma general esta circunstancia genera terribles problemáticas en las cadenas de suministro de muchas empresas. Ante esta situación, las organizaciones solo pueden rendirse u optar por transformarse y adaptarse a los cambios para no perder competitividad. La respuesta a todo esto no es otra que la digitalización.
La digitalización del transporte y la logística como solución al reto
La realidad actual en torno al Black Friday en España es que se espera un menor número de envíos respecto de años anteriores. También es una realidad que el número de personas empleadas en torno al sector logístico y de transporte será también menor. Sin embargo, a pesar de todo esto las empresas tendrán que afrontar el mismo reto en la entrega de paquetes que en años anteriores.
La transformación digital de empresas será la gran aliada de las organizaciones para poder afrontar este complicado fenómeno de forma adecuada y cumpliendo con las expectativas de sus clientes. Gracias a la digitalización las empresas podrán gestionar su inventario, conocer en tiempo real el stock del almacén y la localización de la mercancía en todo momento… Pero lo más importante que podrán ofrecer gracias a la digitalización es una buena optimización de la experiencia a sus usuarios. Los clientes que acaben insatisfechos con tu gestión no volverán, mientras que sí por el contrario acaban su experiencia de compra de forma adecuada no dudarán en volver a repetirla. Siempre es menos costoso mantener un cliente actual que captar uno nuevo. Esto es algo que las empresas deben tener muy presente.
La toma de decisiones
La digitalización ofrece a las empresas una mayor posibilidad para recabar datos de interés procedentes de los diferentes departamentos. Una vez se haya producido la recolección de los datos, las empresas pueden aprovecharlos para llevar a cabo un extenso análisis que ofrezca las conclusiones necesarias para desempeñar una toma de decisiones adecuada. Gracias a una toma de decisiones sustentada por un análisis previo, las empresas de logística y transporte podrán desempeñar una gestión mucho mejor de sus procesos y satisfacer las necesidades de sus clientes.
Trazabilidad de mercancías integral
La transformación digital permitirá que tanto tus clientes, como los transportistas y proveedores puedan conocer en todo momento el estado y localización exactos de la mercancía. Con la digitalización evitarás el uso innecesario de papel en los procesos y facilitarás el control de la cadena de suministro a todos los implicados en su gestión. Además, las conexiones entre los diferentes eslabones de dicha cadena se incrementarán sin la necesidad de contacto físico. Una simple app será la encargada de ofrecer toda la información necesaria para el desempeño óptimo de las tareas de logística y transporte.
Disminución de costes
Gracias a la apuesta por la digitalización, las empresas del sector lograrán reducir sus costes operativos a la vez que mejoran su productividad. Un sueño hablando en términos empresariales y de rentabilidad. Existe una correlación positiva entre el incremento de la eficiencia y el incremento de ingresos a causa de la inversión en digitalización. Así quedó patente en la investigación llevada a cabo por el Global Operations Study, en la cual se analizó la mejora de la eficiencia en base a la reducción de costes.
Inventario controlado
Un control absoluto de tu inventario llevado a cabo de forma óptima es la clave del éxito para las empresas de logística y transporte durante fenómenos de la talla del Black Friday. Gracias a la digitalización de procesos podrás desarrollar una mejor atención de tus pedidos online y en tienda. Las empresas no pueden permitirse fallos en el control de stocks, y aún menos en épocas de contenido promocional. Herramientas como un ERP o un CRM pueden ser grandes aliadas en la lucha por una mejor gestión y efectividad de tu organización.
Reducción del impacto medioambiental
Gracias a la transformación digital no solo lograrás una mayor eficiencia y productividad en tu empresa, sino que estarás colaborando en la problemática medioambiental. El Black Friday deja tras de sí terribles consecuencias climáticas derivadas de los impactos del transporte, el gasto energético de producción o la contaminación de los embalajes de los diferentes productos. La digitalización no hace milagros, pero sí contribuye a la reducción del impacto ocasionado por todo esto. Gracias a que ofrece la posibilidad de sacar el máximo rendimiento y aprovechamiento de los procesos y recursos de las empresas, colabora en el fin de la crisis climática.